EL CAPITAL DE UNA CHICA

 

EL CAPITAL DE UNA CHICA

¿Cuál es el verdadero capital de una chica?

 

¿Su forma de besar

sus versos

su sonrisa auténtica

la perseverancia en pos de sus sueños

su forma de despertar de las pesadillas

cuando decide arreglarse para salir

y se vuelve toda una mujer bonita

digna de salir en una película?

 

¿Será su labial

la vincha de su pelo

cuando a pesar del miedo

se atreve a mirar lejos?

 

¿O tal vez su capital

se esconde en sus cuadernos

en sus historias

en sus cartas?

 

Quién sabe

tal vez su capital

se esconde en su forma de decir basta

en la última lágrima.

Sé que su capital

está en su forma de compartir el pan

cuando decide pedir ayuda

porque siente que se derrumba

cuando se pone a bailar frente al espejo

porque nada más importa ya.

 

Su capital también se esconde

en su forma de sobrevivir al desorden

en las canciones que la vuelven ligera

en las ocasiones cuando lo deja todo

en una mesa de examen.

 

¿O tal vez su capital

se encierra en su forma de esperar

en las caricias que da

en los “te amo” que suelta y se van?

 

¿Será cuando pone

las manos en la masa

y de ahí saca

empanadas, tortitas

medialunas, sopaipillas?

 

¿Será su capacidad para resolver problemas

su forma de buscar soluciones

donde sólo hay cañerías rotas y viejas?

¿Será la ansiedad con la que escribe poemas

la imaginación con la que vuela

sus ideas

su forma de olvidar

y de dar vuelta la página

cuando abraza sin más

y agradece

que las cosas estén marchando más o menos bien?

 

No soy economista

no soy fan de los números y las cifras

pero un día me pregunté

cuál es el capital de una chica.

Conseguí muchas respuestas

y terminé armando esta poesía.