ABRAZOS QUE ARDEN- Poema para auto- abrazarte
ABRAZOS
QUE ARDEN
Es difícil abrazarse
a uno mismo
en el caos.
Tomar la lapicera y
escribir
la verdad más
verdadera
más redundante, más
movilizante:
“no me siento bien
aunque diga okey”.
Y los minutos pasan
como una hilera de
personas adineradas
y me suenan los
huesos de la cabeza
como una calavera
mexicana
estoy muerta y vivo
para las fiestas.
Mis inseguridades
bailan chamamé
frente a la almohada
de lágrimas derramadas.
Amarme se parece a
jugar con fuego.
El desafío es amarse
a uno mismo
estando en la
hoguera.
Ardiendo en silencio
la chispa del fuego
impregna mi cabellera.
Y mis lamentos de
nada sirven.
La vida sigue.
Tuve altos
estándares
expectativas del
tamaño de las Torres Gemelas.
Ellas se cayeron
y hoy sólo tengo
este poema,
el fuego y la
hoguera.
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