DONDE TERMINAN SU RECORRIDO LOS GLOBOS AMARILLOS- Poesía para festejar
DONDE TERMINAN SU RECORRIDO LOS
GLOBOS AMARILLOS
Donde terminan su
recorrido los globos amarillos
hay un envoltorio de
alfajor
sabor chocolate con
baño de repostería
cuatrocientas
cuarenta calorías.
Hay una mano que lo
levanta
y al notarlo vacío
lo deja ahí tirado.
Es un niño que
vuelve a jugar a la pelota
en la cancha que es
la calle
con arcos marcados
con pedazos de ladrillos anaranjados.
Lo cierto es que la
imaginación es grande
cuando tenés siete
años.
Lo cierto es que todo
es basura
todo es descartable
allá donde no llegan
las inversiones
donde niños de carne
y hueso sufren hambre,
frío
y la falta de un
techo estable.
Y estamos cansados
de escuchar
a nuestros padres
quejarse.
Los discursos de
odio pueblan
las milanesas
horneadas y las papas salteadas.
No toques n a d a
hasta la comida está
contaminada.
Otra vez
se aumentaron el
sueldo
los chorros de traje
qué noticia más
repetitiva
abrumadora
vomitiva.
No importa cuántas
veces lo leas en el diario del lunes:
el mundo fue y será
una porquería ya lo sé.
Donde terminan su
recorrido los globos amarillos
está el centro de
estudiantes
que vende un café
con leche con tortita
a un precio
accesible.
Benditas sean las
ganas de salir adelante
a pesar del
desmadre.
Un poco más allá
chicos y chicas
organizadas
pelean por seguir
pensando
políticas para
cobrar la beca
y así poder
concretar el verbo estudiar.
Porque nada es fácil
allá donde las
palabras están de más
y se extraña la
falta de la pala.
Donde terminan su
recorrido los globos amarillos
abundan las ferias
americanas
la ropa usada y
reusada
los zapatos con los
que bailó Alguien
ahora se exhiben
sobre una mesa
junto con un par de
medias que ya son de Nadie.
Todo es
mercantilizable
en esta sociedad
capitalista
hasta el alma del
poeta está en venta.
Lo cierto es que no
se puede vivir del aire.
Es necesario el
billete
como es necesario el
beso
o el abrazo.
Lamentablemente.
¿Es posible imaginar
un mundo
en el que algo no
pese?
Un mundo como el de
John Lennon
donde cada cual haga
y pueda
vivir con el diario
esfuerzo.
(A Marx le gusta
este verso).
Donde terminan su
recorrido los globos amarillos
hay una cuneta vacía
por donde no pasa
agua sino olvido y sequía.
La vecina de
enfrente hace tortitas clandestinas
se siente el olor a
las seis de la tarde
se ve la moto en la
que escapan las masas recién hechas.
Hay estudiantes que
venden pan relleno, bizcochuelo
y todo para qué:
más dinero
que sirva para
seguir viviendo.
Se agotaron las
estrategias de marketing
todos los cuentos desembocan
en la mentira
y en parte por eso
nos gusta a los poetas la fantasía.
Esto fue un gran
cuento,
un gran relato en el
que fuimos testigos
de cada personaje
bien parado con hilos sosteniendo sus brazos.
Y ahora que lo
sabemos
no nos queda otra
más que seguir
moviendo los brazos
las piernas
caminando hacia
un futuro
incierto
pero en el que
podremos manotear unos pesos
y algún beso
si nos dejan.
Y si no
si nuestros brazos
si nuestras piernas
si nuestros pesos y
nuestros besos molestan
cada acto será
una revolución.
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