TO CRY LIKE A GIRL- Poema para el desahogo
TO CRY LIKE A GIRL
Llorar como una chica.
Llorar como en las películas yanquis
donde a las muchachas arregladas y casi perfectas se les
corre el maquillaje.
Llorar a la francesa, a la irlandesa,
llorar las costumbres.
Llorar como una negra.
Llorar las imposiciones hechas candado.
Llorar con los ojos achinados.
Llorar lo imposible,
llorar al imbécil que lastima y se cree libre.
Llorar los idealismos caídos del séptimo piso.
Llorar los restos, los huesos enfermos,
los juguetes rotos, el último beso.
Llorar como una chica
y rasguñar las paredes mientras salta el esmalte.
Hacer que la sangre fluya a mil por hora.
Que todos los argumentos para no llorar se desarmen.
Sacar los demonios que se cubren con traje de monjas.
Que las venas se marquen
con cada recuerdo, con cada imagen.
He ahí la herida, el pasado memorable.
Espantar con el llanto a los gatos buenos
y a los perros que lamen heridas.
Que nadie se sienta a salvo
porque cuando llora una chica
los cuervos negros cantan su despertar a la vida
antes de irse a dormir a sus cuevas vacías.
Las nubes se llenan de tinta
y de la lluvia sólo nace poesía.
Cuando llora una chica
se abre un puente que despega el pasado del presente.
Tiemblan las construcciones
y la naturaleza es caos y desorden.
Y no hay ningún científico confiable
que explique una teoría del llanto; su origen,
el porqué de tanto sufrimiento.
Llorar y que parezca el parto del universo.
Llorar porque el corazón es lo más complejo
que el ser puede atreverse a usar.
Llorar por la dificultad en su manejo,
llorar por los candados puestos,
llorar por las llaves perdidas y la desesperación en
aumento.
Llorar para intentar regar los parques,
llorar para arreglar la humanidad.
Escribir llorando “ya pasará esta mala hora”
y al hacerlo
que los cuervos negros se enorgullezcan de su plumaje,
y le canten a la luna, su único diamante.
Llorar como una chica,
llorar por la impotencia de querer cambiarlo todo y a todos,
y como único resultado aceptable
sólo seguir intentando amarme.
Llorar como una chica
con la potencia de una gota
capaz de causar mil desastres y mil victorias.
Se hace desde la sangre.
Yo vi nacer a un universo
desde el dolor interno.
Llorar para expulsar
los plásticos sucios que decoran el Riachuelo.
Llorar para limpiar
los ojos que se cansan de mirar la realidad.
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