FANTÁSTICO CUBO RUBIK- Poema para lxs desordenadxs
FANTÁSTICO CUBO RUBIK
Mi cabeza a veces es un consante cubo rubik
desordenado
los colores, los cuadrados que no cuajan.
Mi cabeza es arte abstracto
inentendible para otros
necesaria para mí.
Mi cabeza, mi santa, hermosa, puta,
desarreglada, bohemia, poeta.
Mi cabeza duele a veces,
me boxeo de una forma extraña
que no me gusta para nada
pero acá estoy.
Todavía el marcador no me ganó.
Y voy a caminar al parque
con mi cabeza alta
con mis piezas desordenadas
con el corazón por salirse de la boca
en forma de poema espontáneo o diálogo cercado:
"Estoy bien, estoy bien,
pongámosle más café al té".
Volveré se vuelve un susurro que mis músculos apenas sienten.
Volveré por mí, porque sólo volviendo
puedo terminar de acomodar las piezas de mi fantástico cubo rubik.
Los movimientos de cadera intentan.
Ver la luna llena amarillenta,
no rascarse las heridas,
no dejarse olvidada en una esquina cualquiera.
Recogerse con pala,
recogerse con los brazos
y besar cada centímetro, cada palma de la mano.
Recogerse como sea, donde sea,
sobre todo cuando no quiera.
Con las piernas queriendo volverse alas
me asalta con escopeta vieja
hacer realidad el sueño de irme a la mierda.
Altas pretensiones.
¿Dónde queda la mierda?
Acá, en la intersección de mis cejas.
Cuántas veces puedo correr desesperada
con la noche a cuestas y medio parque observándome.
Una niña perdida,
pero una que sabe dónde está su casa.
No puedo escapar todo el tiempo.
Las metáforas me ayudan.
Pero lo cierto
es que cada día intento mejor que el anterior
aunque la satisfacción muchas veces quiera truncarse
aquí estoy.
De esta vida no puedo caerme
adormecerme cual Bella durmiente y doliente.
Escribo, duermo, estudio,
esbozo sonrisas
acaricio mis cachetes.
Conozco de mejores realidades.
Sé de un cubo ordenado.
He tenido el privilegio de amaneceres no incendiados.
Lo juro con mi ser.
Allá se posan mis ojos
sonrientes esta vez.
Mi cabeza a veces es un consante cubo rubik
desordenado
los colores, los cuadrados que no cuajan.
Mi cabeza es arte abstracto
inentendible para otros
necesaria para mí.
Mi cabeza, mi santa, hermosa, puta,
desarreglada, bohemia, poeta.
Mi cabeza duele a veces,
me boxeo de una forma extraña
que no me gusta para nada
pero acá estoy.
Todavía el marcador no me ganó.
Y voy a caminar al parque
con mi cabeza alta
con mis piezas desordenadas
con el corazón por salirse de la boca
en forma de poema espontáneo o diálogo cercado:
"Estoy bien, estoy bien,
pongámosle más café al té".
Volveré se vuelve un susurro que mis músculos apenas sienten.
Volveré por mí, porque sólo volviendo
puedo terminar de acomodar las piezas de mi fantástico cubo rubik.
Los movimientos de cadera intentan.
Ver la luna llena amarillenta,
no rascarse las heridas,
no dejarse olvidada en una esquina cualquiera.
Recogerse con pala,
recogerse con los brazos
y besar cada centímetro, cada palma de la mano.
Recogerse como sea, donde sea,
sobre todo cuando no quiera.
Con las piernas queriendo volverse alas
me asalta con escopeta vieja
hacer realidad el sueño de irme a la mierda.
Altas pretensiones.
¿Dónde queda la mierda?
Acá, en la intersección de mis cejas.
Cuántas veces puedo correr desesperada
con la noche a cuestas y medio parque observándome.
Una niña perdida,
pero una que sabe dónde está su casa.
No puedo escapar todo el tiempo.
Las metáforas me ayudan.
Pero lo cierto
es que cada día intento mejor que el anterior
aunque la satisfacción muchas veces quiera truncarse
aquí estoy.
De esta vida no puedo caerme
adormecerme cual Bella durmiente y doliente.
Escribo, duermo, estudio,
esbozo sonrisas
acaricio mis cachetes.
Conozco de mejores realidades.
Sé de un cubo ordenado.
He tenido el privilegio de amaneceres no incendiados.
Lo juro con mi ser.
Allá se posan mis ojos
sonrientes esta vez.
Comentarios
Publicar un comentario