CRÓNICA DE UNA JORNADA DE ESTUDIO- Poesía alentadora para las mesas
CRÓNICA DE UNA JORNADA DE ESTUDIO
Lo veo
escondido tras mis cabellos
llenos de caspa y
sueño.
Lo veo
es un círculo perfecto
color perla, color
manteca.
Reluce como un
diamante en pleno desierto frontal.
Tan sensual, travieso;
ahí está.
Diciéndome que el
placer siempre vuelve,
siempre en formas
diferentes.
Me cepillo los
dientes,
me rasco el cuero
cabelludo por inercia, por costumbre,
porque creo que así
pienso más.
La caspa sale desprendida,
parece que son tiempos
de nieve.
Lo veo de nuevo,
esta vez lo reviento.
Y el placer explota en
mi cerebro.
Ese grano malnacido,
ese grano que es resultado
de placeres culinarios,
resultado de hormonas
que me avisan:
el tiempo está
pasando.
El tiempo pasa,
lo sé porque lo separo
en minutos.
A cada cantidad de
tiempo le asigno un texto,
y así estoy días
enteros.
Leo palabras, escribo
esas palabras,
las reconozco, las
entiendo.
Gasto lapiceras,
minutos,
ya no invierto tiempo
en siestas ni en música ligera.
Las acciones de risas
han caído brutalmente
y una crisis como la
del veintinueve
amenaza con hacerse
presente en mi mente,
El grupo de suicidas
egoístas son en realidad neuronas cansadas.
Son tiempos duros en
los que canto sin partitura y sin batuta,
sin orquesta detrás
que me secunde con su majestuosidad.
Escribo poemas mentalmente,
así ahorro papel y
tinta
y la mano adolorida
descansa unos minutos de su accionar.
Yo no tengo vestido y
mucho menos un amor.
Yo tengo textos no leídos,
granos malnacidos,
dolores articulares,
lumbares,
sueños reprimidos,
ansiedades volando,
desorden continuo en
el cuarto,
distracciones bien
medidas en tiempo y espacio.
No salgo a boliches,
menos fumo faso.
No tengo sonrisas
perfectas,
son casi paraoicas y
miedosas.
Quiero llegar a la
mesa de examen
y no desmayarme.
Es invierno, tal vez por
eso no hay vestidos,
sólo escucho a Fito en
You Tube,
sin CD´s viejos,
con apuntes bien
hechos
y mucho miedo de por
medio.
¡Vamos con esas mesas de examen! Sólo se trata de encontrar tu Mulán interior. Saludos, Marcia.
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